A veces, dependiendo del planeta donde se
llevara a cabo el raro fenómeno, el Resucitamiento era mal entendido.
Muchos creían que los Resucitados eran
clones de alguien extinguido, cuyas obras se lograban eternizar con la herencia
genética y caracterológica. Otros, los menos informados, justificaban su
aprensión pensando que eran engendros mecánicos con programaciones informáticas
reflejo de sus creadores que, por similitud, lograban extender a través de los
siglos sus ideas y hechos.
Pero un Resucitado no tenía absolutamente
nada que ver con estas supersticiones.
IvinY era ya parte de una leyenda, y como tal,
su origen se perdía en el crisol del tiempo: Murió con una capacidad
hiperpsicológica que le había hecho destacarse de sus coetáneos. Poseía, en lo
que se conocía como su anterior vida, facultades mentales paracientíficas,
tales como el hipnotismo, autohipnotismo y control de los pensamientos ajenos,
así como una gran disciplina interna de autocontrol y exploración meditativa.
Cuando falleció accidentalmente en una misión de reconocimiento espacial, su
potencial mental se disparó hacia cotas extraordinariamente altas, lo que le
permitió integrarse en espacio-tiempos vedados a los fintexianos normales, y
por extensión, a los demás bigalácticos. Su estado vegetativo fue atrofiando
todas las funciones fisiológicas, pero las cerebrales estaban tan iluminadas que
soportaron todo el peso de la energización corporal, por lo que las esperanzas
de una renovación vital se incrementaron hasta el extremo de la total recuperación
del individuo comatoso.
Lo que ocurrió después se contaba como en
una penumbra, mezcla de terror y misticismo. IvinY no pudo soportar la
limitación de su cuerpo, y a escasas horas de su revitalización, decide el
suicidio, lanzándose a un vacío infinito cuyo final sería la resurrección en
otro cuerpo, en otro cerebro. El patrón encefalográfico de cada individuo se
mantenía como testigo declarante de la diferenciación exclusiva del mismo. No
existían dos patrones iguales en todo el Universo. Cuando IvinY nació de nuevo,
el patrón se repitió y se identificó la anomalía como parte del trasvase neuronal.
IvinY sabía que él no era la única excepción
aberrante. Existían más como él. ¿Cuántos?...
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