Brillando y
aturdiendo.
Ajusticiando a los
injustos.
Liberando a los
presos de conciencia.
Sanando a los
enfermos de falta de libertad.
Enfrentando la
verdad a los mentirosos, a los rufianes.
Perdonando a los
arrepentidos de corazón, y de mente.
Salvando las
distancias con l@s maldit@s.
Quebrando los pies
de barro de las élites.
Bendiciendo a l@s
bendit@s
y cuestionando a l@s archibendit@s.
Sembrando las
dudas sobre los privilegios.
Implosionando los
cimientos de los explotadores.
Regando los campos
de la armonía, extensos como universos.
Aplaudiendo a los
genios rezagados.
Revolucionando a
los evolucionados.
Derribando
fronteras inútiles de razas, idiomas, religiones, ideales, sexos y naciones.
Exaltados en la
paz y exhaustos en la conciencia.
Librepensadores
respetables, respetuosos y respetados.
Conocedores de los
límites franqueables.
Igualitarios e
igualadores.
Eternamente
mejorables.
Activistas y
activadores.
Incansables aun
con los cerebros descansando.
Amplificando los
gritos apagables para que nunca sean silencio.
No hay límites de
tiempo ni espacio para l@s archimaldit@s.
(Nota: Esta es la tercera parte de la trilogía archimaldita, completada con "archimalditos seáis todos" y "Mis archimaldiciones". No hay más, ni habrá más. Palabra de archimaldito)
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