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miércoles, 24 de diciembre de 2014

Villancico





Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad.
¿Y qué?
La Élite seguirá gobernando a su antojo la vida del resto de los humanos. Los bancos seguirán hipotecando nuestras vidas con intereses de usureros. Los políticos nos seguirán mintiendo para convencernos de que se merecen un puesto privilegiado en la sociedad a cambio de que les sirvamos de tapadera para sus robos descarados. El Sistema de autodestrucción masiva seguirá imbuyéndonos de enfermedades el cuerpo y el alma, haciendo el paripé de que tiene la vacuna para su cura en pequeñas dosis de consumismo y engañoso bienestar.
Las iglesias se seguirán llenando de ilusos que creen en una verdad no probada y de hipócritas que se aprovechan de esa ilusión para vivir del cuento sin las preocupaciones de supervivencia que tienen el resto de los mortales.
El amor fraternal entre parte de la humanidad, la que sigue una tradición impuesta por una institución que fue creada a partir de una mentira, se concentrará todo en un par de semanas en vez de desparramar su efecto entre todos los días del año, eso sí, olvidándose de su existencia tras las cenas de compromiso, en que personas que se odian durante el resto del año se ceban y adormecen sus remordimientos con regalos materiales para pagar su desinterés crónico hacia sus congéneres .
Y mientras, se incumple cada uno de los mandamientos que propaga esa religión que ha inventado la Navidad.
Se seguirá quitando la vida apersonas y demás seres vivos.
Se seguirá persiguiendo, encarcelando o exterminando a todo aquel que piense o se comporte diferente a la mayoría.
Se seguirá expoliando al Planeta.
Seguirán matándose los hombres en guerras programadas.
Los Derechos Humanos dictados por la Élite seguirán siendo incumplidos por esa misma élite y sus mercenarios.
Y el hombre, en su osadía o en su entontecimiento, seguirá mirando al cielo en busca de una salida a toda la podredumbre que le rodea, quizás para que ésta se siga extendiendo por otros planetas, hacia otros pensamientos, hacia otras creencias.
Por ello, y mucho más, la Navidad, ¿para qué? ¿Para quién?
Y, sobre todo: ¿Por qué?


                                                                                   Firmado: Jesús Fernández de Zayas

domingo, 2 de febrero de 2014

Embalse

No me muevo del terrible margen de la pasividad. Dejándome hacer y que otros hagan por mí. Con ninguna esperanza, sentando las bases para una tentación de la omnipresencia, y de la vil omnipotencia, que todo contamina, corrompe y disgrega. Inapetente de otros sabores y olores que no sean los propios de un mundo inodoro e insípido. Y con mi infinita impaciencia para que todo cambie. Para que mi memoria se rebase y arrastre la inmundicia de la vida inmerecida, embalsada y embalsamada con el tiempo desmerecedor de nuevos futuros.


domingo, 28 de julio de 2013

¡Qué profundo es tu amor!




   Escuchando aquella canción lenta de los Bee Gees, la de los agarraditos y el descubrimiento del amor adolescente, la de la lagrimita incipiente, emocionante en su música y enigmática en su letra por no entender, aún, el idioma, pero jugando con la imaginación de lo que debía de contar el falsete de Barry el Barbas, y trayendo recuerdos obsoletos a la memoria, recuerdos recurrentes para aliviar la realidad actual circundante, asumiendo que el período de crisálida ha pasado y que hay que enfrentarse a otra emoción, a la del desquite, a la del disgusto, asumiendo sufrimientos, para vacunarse contra los que nos los van a provocar con lo mecánico, lo ritual, lo nada placentero de las rutinas.
   Y prefiriendo el desconocimiento de la vida en aquel tiempo, cuando se estaba al margen de los acaeceres que pudieran surgir en la discordia existente en el mundo de los adultos.
   ¡La felicidad absoluta! How deep is your love! ¡Canta Barry, canta!

domingo, 30 de junio de 2013

Los archimalditos, sin límites.



Brillando y aturdiendo.
Ajusticiando a los injustos.
Liberando a los presos de conciencia.
Sanando a los enfermos de falta de libertad.
Enfrentando la verdad a los mentirosos, a los rufianes.
Perdonando a los arrepentidos de corazón, y de mente.
Salvando las distancias con l@s maldit@s.
Quebrando los pies de barro de las élites.
Bendiciendo a l@s bendit@s y cuestionando a l@s archibendit@s.
Sembrando las dudas sobre los privilegios.
Implosionando los cimientos de los explotadores.
Regando los campos de la armonía, extensos como universos.
Aplaudiendo a los genios rezagados.
Revolucionando a los evolucionados.
Derribando fronteras inútiles de razas, idiomas, religiones, ideales, sexos y naciones.
Exaltados en la paz y exhaustos en la conciencia.
Librepensadores respetables, respetuosos y respetados.
Conocedores de los límites franqueables.
Igualitarios e igualadores.
Eternamente mejorables.
Activistas y activadores.
Incansables aun con los cerebros descansando.
Amplificando los gritos apagables para que nunca sean silencio.
No hay límites de tiempo ni espacio para l@s archimaldit@s.



(Nota: Esta es la tercera parte de la trilogía archimaldita, completada con "archimalditos seáis todos" y "Mis archimaldiciones". No hay más, ni habrá más. Palabra de archimaldito)




domingo, 16 de junio de 2013

Alguien y nadie

   A veces, alguien se sorprende de seguir siendo alguien, de contar los segundos para ser nadie.
   El mundo sigue siendo esa desesperanza casual que ilumina nuestros actos y, sin embargo, el desánimo corrompe las expectativas del esperanzado.
   A menudo, muy a menudo, eres alguien siendo nada.
   Si eres capaz de permanecer impertérrito ante la mirada extraña, estás pleno de personalidad inquebrantable, pues son siempre los rostros ajenos los que causan desdicha al culpable de pusilanimidad.
   Y, sin embargo, éste es el ciclo de la sandez, éste es el ciclo de la sordidez.