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domingo, 30 de marzo de 2014

A buen recaudo (Western atípico)

   Y mientras, el forajido perverso y cruel que había abusado de ella, huía galopando. Y lo miró con desprecio, mientras se abotonaba la camisa blanca llena de pelos y de babas. Y lo maldijo en silencio mientras se volvía a ceñir las medias y se componía las enaguas. Y con la uña del dedo índice de cada mano limpió las de la mano contraria de los restos de piel y carne recogidos bajo ellas. Y escupiendo en las palmas, se frotó la sangre coagulada antes de pasarlas por la falda arremolinada.

   Allí, en medio de aquel desierto cuyo calor ya no era sofocante, no pudo mirarse en ningún espejo, aunque éste hubiera sido de agua. Pero sabía que seguía siendo hermosa. Y montó en su caballo y ató, con un lazo rosa, su cabello. Y pensó, con satisfacción inmensa, que el otro, el puntito negro que se fundía en la calima del horizonte, jamás podría volver a insultar con su mirada perversa a ninguna otra mujer. Y estaba tan segura de ello como que eran los ojos del caballo los que estaban dirigiendo el destino del repelente violador porque los otros, los propios,  estaban a buen recaudo dentro del canalillo que los había tentado. 





jueves, 2 de enero de 2014

Mañanero



Mañana. Interior. Luz a través de las persianas. Estiro el brazo derecho hacia un lado. Entreabro los ojos. Cierro las dos manos, agarrando, la una, e intentando agarrar, la otra. Maldigo en un susurro sin destinatario: ¡Otra erección desaprovechada!



El final



   Nací en un barrio humilde, crecí en un barrio medio, viví, la mayor parte de mi vida adulta, en un barrio prominente y ahora, como todos, he acabado mis días en un barrio de silencio, con olor a flores y, a veces, a cera e incienso.


jueves, 28 de noviembre de 2013

Toda su vida


   Le esperó tanto tiempo que creyó que lo había malgastado cuando apareció, en la fiesta, con otra. Pero no era así. 
   De pronto, cuando la miró a los ojos, se iluminó su interior, el más profundo, el que no deja huecos cerca del corazón, porque se dio cuenta, instantáneamente, que había sido a ella a la que había estado esperando. Toda su vida. 






domingo, 24 de noviembre de 2013

Escudo


Mi escudo invisible funciona 
casi siempre. 
La última vez que falló, 
me enamoré de ti.


domingo, 3 de noviembre de 2013

Caí



   Caí desmadejado desde la altura inverosímil. Caí descontrolado desde un pensamiento incierto. Caí tantas veces que perdí la cuenta. En el abismo de la incertidumbre, con un umbral del raciocinio inalcanzable. Pero cada vez que caí, volví a levantarme, para saborear el placer inmenso de vislumbrar tu gesto, que traicionó siempre tu intento de ser mi enemigo, porque cada vez que caí por tu culpa, te perdoné por tu culpa.






   Nunca se sabe cuándo un texto va a recibir la aprobación de los lectores. Yo, que escribo mucho, escribí este relato el pasado 10 de septiembre, en un momento de inspiración que apareció, como casi siempre en mi caso, en un flash repentino, que me hizo escribirlo de un tirón, sin pausa, sin reflexión apenas.
   Lo publiqué, inmediatamente, en la página web www.cortorelatos.com y recibió el primer comentario positivo, que me animó a compartirlo en otra página, www.mundopalabras.es, y los lectores que me han dado su beneplácito se han ido sumando poco a poco, por lo que me animo ahora a compartirlo en éste, mi blog, para que quede constancia de que a veces, la inspiración puntual y fortuita puede ser símbolo del éxito.


Algunos comentarios:

  • (VMONTEMAYOR, 2/10/2013) Genial, Archi, es muy difícil calificar tus micros porque casi todos son igualmente buenos. Te felicito.

  •  (mna, 02/11/2013) hola!!!! muy lindo...muy cierto, describe con pocas palabras tannnto mundo..felicitaciones

  • (Ferngully, 29/10/2013) Intenso y muy cierto. Una verdad que se repite en un bucle infinito de naturaleza humana. Casi, casi lo que nos define.

  • (Claudia Arbeláez, 01/10/2013) Explorando sobre lo ya explorado, volví a este texto y me sigue encantado, es bello y profundo.

  • (Benjamin.J.Green, 30/09/2013) Hola ExtraIntra. Me ha encantado tu relato. Me gustan esos relatos cortos llenos de magia.

  • (Claudia Arbeláez, 13/09/2013) Es diferente a lo que propones, pero igualmente profundo. me ha gustado mucho, mucho.

  • (begonya_z1, 11/09/2013) Si caer y levantarse significa hacerse más fuerte, debe/s ser usted/tú un superhéroe...




domingo, 28 de julio de 2013

¡Qué profundo es tu amor!




   Escuchando aquella canción lenta de los Bee Gees, la de los agarraditos y el descubrimiento del amor adolescente, la de la lagrimita incipiente, emocionante en su música y enigmática en su letra por no entender, aún, el idioma, pero jugando con la imaginación de lo que debía de contar el falsete de Barry el Barbas, y trayendo recuerdos obsoletos a la memoria, recuerdos recurrentes para aliviar la realidad actual circundante, asumiendo que el período de crisálida ha pasado y que hay que enfrentarse a otra emoción, a la del desquite, a la del disgusto, asumiendo sufrimientos, para vacunarse contra los que nos los van a provocar con lo mecánico, lo ritual, lo nada placentero de las rutinas.
   Y prefiriendo el desconocimiento de la vida en aquel tiempo, cuando se estaba al margen de los acaeceres que pudieran surgir en la discordia existente en el mundo de los adultos.
   ¡La felicidad absoluta! How deep is your love! ¡Canta Barry, canta!