Mañanero
Mañana. Interior. Luz a través de las persianas. Estiro el brazo derecho hacia un lado. Entreabro los ojos. Cierro las dos manos, agarrando, la una, e intentando agarrar, la otra. Maldigo en un susurro sin destinatario: ¡Otra erección desaprovechada!
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