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domingo, 9 de septiembre de 2012

Un microrrelato tuitero: LA PULGA

Recuerdo mis lecturas tempranas de Asimov y las anécdotas autobiográficas que contaba antes de empezar algún relato. Las que más me llamaban la atención eran aquellas en las que narraba cómo su editor Campbell le ponía a prueba sugeriendo alguna palabra a partir de la cual comenzar una historia. Muchas veces he querido emularlo con mayor o menor suerte, pero al principiar mi camino en las redes sociales, se me ocurrió utilizar Twitter para crear obras literarias improvisadas a partir de una palabra autosugerida o sugerida por mis contactos, aparte de para divulgar mi actividad literaria y videográfica. El handicap que significa no poder exceder los 140 caracteres pertinentes, aumenta el reto de escribir algo que tenga algo de sentido y/o calidad literaria. Y en cada tuit un nanocapítulo, hasta completar un microcuento. Uno de ellos ha sido bien acogido y criticado y es por ello que lo quiero difundir en éste, mi blog, para compartir esta iniciativa y para que también se pueda comentar.

LA PULGA



  • El amaestrador la traía por el camino de la amargura. La obligaba a dar saltos cada vez más imposibles
  • Escuchar un grito de cualquier humano la impulsaba a saltar, a saltar bien lejos 
  • ¿Habíase mostrado, alguna vez, el cuádruple salto mortal en aquel Circo de las Pulgas? 
  • Aquel día, el del desastre, la había obligado a hacer el salto del ángel, último anuncio del circo de pulgas 
  • Como se había portado bien, el amaestrador le regaló aquel bosque de pelos andante 
  • Limitándose a su vida ínfima, la pulga no mostró disconformidad ante el vasto terreno asignado 
  • La pulga adoraba ser catapultada a los manjares perrunos, aunque no hacía ascos a los humanos
  • Sabía que la glotonería la llevaría al desastre... 
  • No es que fuera poco social, es que no podía repartir el botín 
  • Sabía que era de porte más agraciado que esa maldita garrapata del tercer pelo a la izquierda 
  • Soñó, con su corto entendimiento, que se bañaba en un lago de sangre 
  • Ensimismada en sus pensamientos cayó en la cuenta de que tenía poco cerebro y, rencorosa, decidió desangrar a su huésped 
  • Trató de desasirse de aquel filamento inmenso, y cayó en un claro terso y suave, y picó 
  • La pulga tenía muy mala sangre. Ese día se le ocurrió picar a un perro con muy malas pulgas 
  • Vio que su fin se acercaba cuando la zarpa la lanzó al espacio infinito fuera del bosque de pelos 
  • Al estamparse contra el suelo frío y duro se quebró una de las potentes patas traseras 
  • Maltrecha, encima de la esperpéntica baldosa, sintió la impotencia de la invalidez
  • Había forzado la máquina, pensó. Si no hubiera hecho caso de los gritos del jefe humano, no estaría tan cansada 
  • El humano,el maestro de pulgas,gritaba y gritaba,ahora para encontrarla. La pulga gritaba y gritaba,para no ser aplastada 
  • La desesperación del humano era evidente desde la perspectiva de la pulga. ¿No entendía que no le entendía? 
  • La impotencia de sentirse incapaz de dar el gran salto, el más necesario, el que salvaría su vida, y no morir aplastada 
  • Siempre creyó que moriría en un salto rocambolesco y nunca pudo imaginar otra cosa 
  • Una infinita área negra acercándose y un infinito peso quebrando su armadura externa 
  • Un puntito rojo en el gres rojo. Inlocalizable. Una tumba. Imperdonable. Un perro. Imperturbable 
  • Su tamaño la traicionó. Perdió la vida. Su tamaño le traicionó. Perdió a su estrella 

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