LA COMETA SOFÍA
Érase una vez un niño que, como no tenía alas, no podía volar y, por eso, con su cometa Sofía le gustaba jugar.
La volaba y volaba y tan alto quería llegar, que un buen día se le pudo escapar.
Pero agarrándose fuerte a su hilo, la llegó a controlar.
Pero un viento fuerte sopló...
... Y hacia el Sol se quería escapar.
Y el niño se puso a llorar porque su cometa sin él quería estar.
Y ella le dijo:
-No te preocupes, Juanito. Si te agarras fuerte fuerte conmigo también volarás.
Y Juanito, sin alas, el Sol pudo alcanzar.
EL FIN
no eres un cuentista, eres sencillamente un poeta. Incluso en los de más ciencia ficción.
ResponderEliminarMuchas gracias. Celebro que me definan como un poeta. Menudo piropo.
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