Rabia.
El desconocimiento me provocaba los pensamientos más horribles, la rabia más profunda y la ira más oscura. Ya no estaba solo. Estaba yo y...
...Él.
Me miraba con todo el odio y el fuego del infierno en sus ojos... Me invitó al mal, a lo más sucio y maligno que tuviera en mente...
Me desperté.
Los rayos del sol y el frío de la sangre ya derramada vislumbraron la locura en mi... Mente atormentada y desquiciada. Por fin, despierto, vi que la víctima yacente en el suelo era nada más y nada menos que...
Y me di un beso en la frente, ya sin vida y me fui.
Sólo te cuento esto, porque no quiero que los tormentos que surjan en tu mente sean los responsables de tu perdición, de perder lo que amas...
Erik Harkley: Autorretrato |
(Autor: Erik Harkley)
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