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martes, 28 de octubre de 2014

Consejo al que no harás caso

   Veo que te esfuerzas demasiado en comprobar que las cosas que te enseñan son una realidad palpable. Y no es así.
   Ellos, los que enseñan, meten en tu cerebro una serie de conocimientos que no sirven para nada. Lo importante es vivir con las intuiciones, las que te han sido dadas al venir a este mundo. Solo debes confiar en ellas. Todo lo demás se hace para encontrar el placer, el del sexo o el del poder, y son múltiples los caminos que llevan a él.
   Si sabes más, estás más cualificado en la sociedad y, por ello, realizas una función dada por un trabajo para el cual se te ha preparado. Este trabajo tiene como finalidad el conseguir dinero, dinero para sobrevivir o dinero para alimentar vicios distintos. Y para conseguir mujeres u hombres, si se está en la edad, o para conseguir poder, por no estar en la edad para conseguirlos por ti mismo.

   Yo te aconsejo, pues, que no caigas en esta degradación. ¡No aprendas!


miércoles, 11 de junio de 2014

domingo, 22 de diciembre de 2013

Año 2014, la revolución del mundo llegará



   Por supuesto que el año 2014 va a ser el año del resurgimiento. Y con el año del resurgimiento, Élites varias como los políticos gobernantes y no gobernantes, la aristocracia privilegiada por una vida no merecida pero sí heredada, y los bancos defraudadores del pueblo pero amantes del capitalismo más acérrimo y sangrante, buscarán que con la vuelta a la búsqueda del empleo casi pleno nos olvidemos de sus tropelías y volvamos a poner la confianza en nuestros votos, en nuestros símbolos obsoletamente medievales y en los depósitos bancarios, para que en la vorágine de la vuelta al inexistente Estado de Bienestar suframos la amnesia que deberíamos tener ahora y puedan volver a sus fueros para seguir viviendo a costa de la sangre incolora, inodora e insípida de sus súbditos, nosotros, la plebe exterminable. Pero se olvidan que la memoria histórica sí existe y el ansia de lo justo nunca morirá y así, de algún modo, que tenemos que vislumbrar en la penumbra de los pensamientos anestesiados, la revolución del mundo llegará. 




domingo, 10 de marzo de 2013

La Acción frente a la Reacción


A poco que analicemos algunos de los conceptos de ciertas filosofías antiguas, por casi todos leídos alguna vez, sobresale, en forma clara y sencilla, el concepto de guardar silencio.

La tendencia general del ser humano al interpretar el concepto, debido a los arquetipos educativos impuestos desde niño, de los que tanto se habla en el tiempo presente, (sirva como ejemplo el "chisss-calla") es, justamente, tomarlo para sí como una reprimenda por una acción que ha resultado molesta para ese ser superior (entiéndase exclusivamente que está por encima) y que en ese momento chista. Por ello se nos hace creer, desde pequeños, que la palabra, en cualquiera de sus expresiones, permanece verdaderamente por encima del silencio, al tratarse de una acción adquirida por la misma evolución del individuo.
Entonces deberá callar el ignorante hasta igualar en sabiduría a su tutor. Pero esto, claramente, no lo convierte en sabio.
Sin abandonar el mencionado arquetipo educativo, pensemos ahora en la acción de señalar.
Tan asociada al individuo en sus primeros pasos de vida, ésta va cambiando conforme crece para formar la asociación, en la mente del individuo, de estar realizando una acción fea, mal vista por el resto de la sociedad.

Juntemos las dos acciones en una e imaginemos al individuo callado y señalando. La acción en sí parece inteligente.
Pensemos ahora en un grupo de individuos que realizan esta acción al unísono: Esta vez, además de inteligente, demuestra unión y, por tanto, fuerza.

Es aquí donde pretendo llegar.

Intuyo que sería una verdadera acción frente al mezquino comportamiento de nuestros gobernantes, que no hacen sino re-accionar al ruido provocado en forma inconsciente por interacción de la palabra, permanecer en silencio y señalando con el dedo a estos gobernantes que reaccionan ante la exaltación de sus ciudadanos con el bucle de la mentira, a través del uso de la palabra.
Dicha apología sería rápidamente desarmada con la acción de guardar absoluto silencio y señalar con el dedo. A esto lo llamaré silencio consciente.

Yo creo firmemente que esta acción, efectuada en sincronismo por un grupo grande de ciudadanos durante un tiempo corto, pongamos un minuto cada día frente a nuestras sedes de gobierno, puede verdaderamente parar en seco su viciosa re-acción, removiendo en mejor forma su conciencia y activando así el nuevo giro que demanda el conjunto de los individuos. 

Sociedad inteligente.
   
                                   (Autor: Hippocampus)